martes, 18 de diciembre de 2007

¿Libertad o seguridad?

REALLY?

Existen muchísimas teorías políticas, pero yo las voy a reducir a dos: las que promueven la libertad, y las que promueven la seguridad. Sería inútil que alguien puntualizase que ésta es una visión un tanto parcial del asunto, pero si he reducido una cuestión tan compleja hasta el absurdo, es para poder entendernos todos. Porque en el fondo no voy a hablar de política (es de muy mala educación), sino de cómo reaccionamos ante la propia estructura de poder que nos dirige y nos gobierna.

De esta estructura de poder, como ya he dicho, se pueden derivar dos corrientes, una que aboga por la seguridad, y que podríamos llamar un estado paternalista, y otra por las libertades individuales, y los derechos particulares. La idea, que de por sí es bastante simple, tiene como resultado un tira y afloja ideológico en el que en el fondo lo que queremos decidir es cómo de corta queremos atarnos la correa, y el miedo que nos tenemos a nosotros mismos (y con esto me refiero al resto de los individuos de nuestra especie).
Como me niego a hablar de política, voy a traducir estos conceptos dentro del universo mutante de la Marvel, por tres motivos:

1. Refleja la situación social en la que vivimos por medio de metáforas, y en concreto el microcosmos que representa Estados Unidos, cuya situación se puede extrapolar, con sus más y sus menos, a todos los países del primer mundo que comparten su misma estructura económica.
2. Me permite hablar con completo conocimiento de causa, un conocimiento que sería por fuerza parcial si estuviera hablando del mundo real. Así no incurriré en errores por no tener suficiente información.
3. Las metáforas utilizadas son terriblemente simplistas. Esto, claro, tiene su lado positivo y su lado negativo. En el aspecto positivo nos permite contemplar el asunto a tratar con una cierta perspectiva. El negativo es que perdemos la riqueza de interpretaciones y matices con la que cuenta el mundo real. Téngase en cuenta a la hora de seguir leyendo.

Bien, lo primero es ponernos en situación. La población mutante ha crecido mucho en los últimos años, y nos encontramos ahora mismo en un periodo de adaptación entre las relaciones entre humanos y meta-humanos. Entre los primeros las opiniones se dividen, pero podría decirse que hay una mayoría que los odia y los teme, y una minoría que considera que todos deberían coexistir en armonía. Las instituciones legales, la constitución y el gobierno, no fueron creados para tratar con esta situación, y en muchos casos se manifiestan incompletas o insuficientes. Por otro lado, los mutantes también se dividen entre los que quieren coexistir pacíficamente con los humanos, y aquellos que se consideran superiores, el nuevo escalafón evolutivo, y desean la extinción de la especie más débil.

El punto de partida, por mediación de Bruja Escarlata, es que muchos de estos mutantes pierden sus poderes de repente, y se encuentran de nuevo viviendo como hombres y mujeres en el corazón de América. De Generación M, de Jenkins, se pueden extraer las dos posturas que tienen los humanos acerca de los mutantes:

1. El congresista Sikes, de políticas populistas, cree que debería realizarse un registro de toda la población mutante.
2. La periodista Sally Floyd se opone a Sikes y analiza en sus artículos el aspecto más humano del asunto: Entrevista a mutantes que han perdido sus poderes y cómo deben adaptarse de nuevo a una vida corriente.

El término "cultura del miedo" lleva unos cuantos años en la boca de todos. La primera vez que lo oí fue en el famoso documental "Bowling for Columbine", lo cual implica que ya había sido utilizado mucho antes, pues siempre pasa un tiempo prudencial hasta que un nuevo concepto se introduce dentro del mainstream. Por cultura del miedo yo entiendo la manipulación de la información por parte de la prensa o los regímenes políticos, con el objetivo de crear un alarmismo social que convence a la población de tomar determinadas actitudes; en resumen, hace manejables a las personas para cumplir intereses partidistas o poco éticos.
La pregunta es si la cultura del miedo tiene cabida dentro del universo mutante. El dato objetivo es el siguiente: existen mutantes buenos y mutantes malos. Los mutantes malvados, gracias a sus poderes, son capaces de causar más daño del que harían los sapiens normales. Quizá un ejemplo que entienda casi todo el mundo, sería el "Heroes", en el capítulo de la primera temporada llamado "Five years later". En él se teme que vuelva a surgir un super-hombre como "Sylar" que cree un desastre similar. Nathan Petrelli opta por acabar con todos los humanos con poderes para evitar un mal mayor (sabemos que el objetivo no es éste, pero nos sirve para explicarnos).

Civil War: Los Mutantes toman partido en la política Norteamericana tras el 11 de Septiembre.

La política del congresista Sykes no es tan radical como la de Nathan Petrelli. Lo único que pretende es llevar un seguimiento de todos los mutantes, en principio anteponiendo como interés la seguridad de toda la población (mutantes y no mutantes, pues también existen grupos de terroristas sapiens que se dedican a asesinar muties). ¿Por qué esta política de seguridad se ve de una forma tan negativa?
Leí un artículo hace tiempo en el País Semanal, que creo que era de Antonio Muñoz Molina. En un viaje a Estados Unidos había tenido que rellenar un montón de datos, entre ellos, su filiación religiosa y su tendencia política. Él decía que podía dar esos datos sin ningún problema, ya que existe la libertad de cultos, y la libertad de voto. Sin embargo luego argumentaba que lo que era legal un día, podía hacerse ilegal al siguiente, y que no debíamos confiar demasiado en el Estado. Es decir, libertad frente a seguridad, el Estado mínimo de Rosseau frente al Estado máximo (el Estado es un mal necesario, pero cuanto más podamos minimizar ese daño, tanto mejor).
La periodista Sally Floyd tampoco escapa de la crítica. Como parte del mundo de la prensa, modifica y altera la información. Trata de vender la cara más humana de los mutantes, de una forma partidista en cuanto en tanto que, básicamente, lo que hace es dar respuesta a la política de Sykes. Intenta demostrar que existen mutantes buenos, que sufren, pero no se mancha las manos a la hora de buscar una solución a la inseguridad en el universo Marvel.
Libertad contra seguridad, de eso va todo el asunto. Todos queremos ambas cosas, pero parece como si tuviéramos que acabar con una para conseguir la otra. El Estado máximo es corrupto, y el Estado mínimo no nos protege. ¿Cuál es la solución? Un conveniente punto medio que no encontramos nunca.

Espero con este artículo, no haber mostrado ninguna opinión, ni ninguna tendencia política. No me gusta la política, por si todavía no ha quedado claro. La pregunta era ¿Cómo de larga queremos la correa? La respuesta (poco satisfactoria, lo sé), es que, sea lo larga que sea, todos somos los mismos perros con distintos collares.

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