viernes, 30 de noviembre de 2007

¡Guía indispensable para el guionista de Terror Movies!

Como somos conscientes de lo difícil que es hacer un guión para una "Terror Movie" (leer como "cine de psicópatas que matan adolescentes" o "body-count", que es su definición erudita), hemos puesto a trabajar a una serie de ninjas del gobierno de Sri Lanka y otros intelectuales, para poder generar un guión de una película de esta calaña en tan sólo diez minutos. Sólo hay que seguir estas diez simples reglas. ¿Que no nos crees? Pues mira, mira:

Regla número 1: Inicio:
¿No sabes cómo empezar a escribir tu guión? ¡No problemo, colega! Lo mejor es empezar enseñando las peras de una rubia en la ducha. Es increíble la de veces que se ha utilizado este recurso y nunca falla. Luego sólo hay que meter al psicópata por ahí con un cuchillo.
Nota adicional: Para los títulos de crédito, letras extrañas y ensangrentadas y música de grupo macarrilla nu-metalero de moda.

Regla número 2: Argumento general:
Tranquilo. Escoge una opción del apartado 1, una del apartado 2, y una del apartado 3, y listo:

Apartado 1:
- Es el día de graduación y los chicos...
- Los padres de uno/algunos de los chicos no están y éstos...
- Los chicos están en el instituto / universidad y...

Apartado 2:
-...deciden pegarse un viaje brutal, de sexo, drogas y rock and roll a un festival de música / casa perdida en los alpes apeninos / pueblecito de Texas lleno de paletos / casita en medio de la montaña, pero...
-...deciden montar una fiesta brutal en la casa de uno, con sexo, drogas y rock and roll, invitando a toda la juventud de su pequeña población.
-...deciden hacer un trabajo / película / montaje / videoclip basado en algún aspecto terrorífico y malsano, pero...

Apartado 3:
-...comienza a producirse una serie de muertes inexplicables.

Regla número 3: Definiendo a los personajes.
Aquí, si no sigues los arquetipos, la has cagado. Ha de haber al menos uno de cada, de los arquetipos siguientes:

1. La chica: Al contrario que en otros géneros, la chica aquí es la protagonista. Tímida, sosita, meapilas. Suele parecer desvalida durante toda la peli y acaba haciendo golpes de kárate.
2. El novio: Pareja perfecta con la piba. Deportista, aburrido y comprensivo.
3. El simpático: El que, indefectiblemente, acaba muriendo, y todo el mundo dice: "Oh, no, está muerto... ¡Si era el único que me caía bien!" Tienden a tener una vida sexual parecida a la de algunos tubérculos.
4. El negro/a: (A veces este rol puede combinarse con el de "el simpático"). Siempre hay que meter un toque étnico en cualquier película de terror. Nos hace parecer internacionales y eruditos.
5. El empollón marginado: Por algún motivo inexplicable siempre sobrevive. Si está enamorado de la chica protagonista, entonces no lo dudes: El novio muere al final, y probablemente sea el asesino. ¡Real como la vida misma!
6. La fulana de turno: Por algún motivo, amiga de la virginal protagonista. Suele ser animadora y rubia, y tiene la esperanza de vida de una hamburguesa en una convención de gordos. Su novio suele seguirla en su funesto destino, poco antes o después que ella.
7. Hermanos/as menores: Cual Christopher Lambert, estos individuos son literalmente inmortales. Son como el perro de la familia de la protagonista. Parece que muere y al final aparece por ahí meneando el rabo. Entonces todo el mundo dice: ¡Menos mal, pobre perro! (A estas alturas ya ha muerto media población mundial en la película pero nadie sabe por qué, a todos el perro nos toca la fibra sensible).
8. El deportista: Generalmente será de fútbol americano o baseball, pero podemos poner un toque de innovación en nuestra peli siendo más originales. ¿Qué tal un jugador de paddle, pinball o squash?
9. El policía: Invariablemente, es tonto.

Regla número 4: ¿Quién será el asesino?:
Aquí la base es no sorprender (por extraño que parezca). Sólo hay tres formas de elegir el asesino de nuestro guión:

1. El que NO parece el asesino: El chico bueno de turno, probablemente el novio de la protagonista. Sus motivos suelen ser ridículos o inexistentes. Durante toda la película habrá otro muy malo, muy macarra, y qué parecerá realmente el asesino. Será muy atractivo, y salvará a la chica al final, resultando que no es tan malo (¡Oh sorpresa!)

2. El que SÍ parece el asesino: Esto se hace para decir... no es este, demasiado obvio, ha de ser ese otro que no tiene pinta. Y, (¡Oh sorpresa!) Al final, el que parecía el asesino, es realmente el asesino (aquí dejar espacio para la ovación en la sala de cine).

3. El que no tiene nada que ver: Deja volar tu imaginación y escoge un personaje que sólo aparezca en la escena final. Puede ser un empresario de correos cabreado con los adolescentes por cualquier motivo, una adorable viejecita que no podía soportar el ruido de la fiesta "teen" de la casa de abajo, o incluso el fantasma indignado de Kurt Cobain que vuelve de la tumba para vengarse de tanta tontería.

Regla número 5: Motivaciones del asesino.
No se sabe por qué, pero parece que en la escena final, el asesino (si habla, claro, no nos estamos refiriendo al acartonado modelo Michael Myers) explicará sus motivos a la protagonista, para darla el tiempo suficiente a golpearle con un paraguas o algo por el estilo. Es un mal endémico del mundo del cine. Los motivos del sádico en cuestión no tienen por qué tener el menor sentido, pero es muy importante que estén ahí, porque si no el público se enfurecerá y creerá que tu película parece la mierda que en realidad es.
En otros géneros, en los que el malo parece ser siempre un maldito megalómano, sus motivos son siempre conquistar el mundo. Nadie sabrá nunca qué demonios pretende con eso (¿crear una república de cantones? ¿Bajar los impuestos sobre el tabaco? ¿Crear una línea de Ave que vaya de Torremolinos a Cuéllar?). De peor calaña son los que, en vez de conquistar el mundo, lo que quieren es destruirlo con un láser gigante (presumiblemente para sentarse cual Principito en un asteroide y ponerse a cultivar gardenias).

Regla número 6: Repetición:
Si te fijas, casi todas las películas de terror tienen diálogos inmutables. Un ejemplo:
-¿Ryan?... ¿Ryan? ¿Dónde estás, Ryan?... Me estoy empezando a asustar... ¡Ryan esto ya no tiene gracia!
Sólo hay que sustituir Ryan por otro nombre americano al azar, y tenemos una escena entera. Muy importante repetir el nombre muchas veces, nunca falla. La actriz que pronuncie esto debe de estar en un coche en medio de un descampado, o en una casa oscura, y el otro debe ser, indefectiblemente, su novio. No hay más vuelta de hoja. ¡Ya tenemos nuestra segunda escena!.

Regla número 7: Otros tópicos:
En una película de terror son tan ciertos como la teoría de la relatividad, y se cumplen cien de cada cien veces. ¡Bendito mundo!.

- Las chicas (los chicos no, por alguna razón oscura, probablemente relacionada con logias masónicas o invasiones alienígenas a gran escala) al correr delante del asesino, siempre deben caerse al menos una vez. Si no se caen más, irán cojeando, pero si no se han hecho suficiente daño, se caerán otra vez, o las veces que haga falta. Esto es muy interesante, porque así podemos alargar el metraje de nuestra película diez minutos o más.

- Los coches nunca arrancan a la primera. A veces, esto se nos advierte cuando al principio de la peli, al prota se le cala el coche y suelta una maldición. Esto lo hacen muy a menudo los guionistas para que la gente no diga cuando se les cale el coche y el asesino los está persiguiendo: ¡Vaya hombre, mira tú qué casualidad!. Si no se cala el coche, es que no encuentran las llaves, y si las encuentran, el tembleque de la mano les impide meterlas en el contacto a la primera. Cabe destacar que el asesino, aunque suele llevar un objeto punzante, nunca se le ocurre pinchar las ruedas del coche mientras ocurre esto, y se dedica a hacer el mono delante de la ventana, agitando el cuchillo o el hacha y dando golpecitos en el cristal.

- Si el personaje pregunta "¿Quién anda ahí?", muere.

- Si te quedas solo y no eres el protagonista, también mueres. Por eso siempre tienes que tener mucho cuidado de ser el protagonista. Cuando los grupos se separan para investigar, asegúrate de estar con el protagonista, porque tienes más posibilidades de sobrevivir. Al otro grupo sólo te lo volverás a encontrar cuando estén todos muertos, y el asesino haya colocado los cadáveres alegremente sobre percheros, o en medio de una siniestra ceremonia del té. Eso es para que la gente piense: ¡Oh, qué genio tan diabólico del mal!.

- Los que mueren suelen subir las escaleras de las casas, en lugar de escapar por la puerta principal. A esto se le llama "complejo de Ícaro", ya que estos personajes creen que podrán salir volando por la ventana cual alegres tórtolas, dejando al asesino pasmado.

- ¡Muy importante!: Ten en cuenta que tus personajes serán interpretados por actores de treinta años. Por eso, los diálogos deben de ser radicalmente estúpidos, para que queden más convincentes en su papel de adolescentes imberbes.

Regla número 8: El asesino debe morir dos veces.
Esto es crucial. La primera vez que muere es con una caída, con un palazo en la cabeza, o con una cuchillada al corazón. Se derrenga en el suelo, y los supervivientes se abrazan y tal. El público piensa... oh, ya se ha acabado. Pero claro, no. El asesino vuelve a levantarse, provocando un "gran susto" (sigh) ante los sorprendidos espectadores. Entonces la heroína debe de cortarle la cabeza, o hacer explotar la casa entera, o empalarle con un camión contra un árbol.

Regla número 9: ¿Cómo acabar?.
Después de haberle dado pasaporte de verdad al asesino, no hay pérdida. Llega la policía, suena una musiquita melosa y la cámara se va alejando de los protagonistas. Aquí cuelas las primeras letras de crédito. Cuando la pantalla pase a fundido en negro, vuelves a poner a un grupo nu-metalero y ¡ya está! ¿Ves qué fácil?.

Regla número 10: ¡Adapta tu "teen movie" a otros estilos del gore!
Por ejemplo, para hacerla...

- Blaxploitation: Deja todo igual, pero contrata sólo actores/actrices de color.
-Giallo: Ponte un pseudónimo italiano en los títulos de crédito, y da al policía tonto el papel protagonista.
-Mondo: En vez de usar una cámara en condiciones, opta por rodar tu película con la cámara que venía con el "cinemanova" de tu infancia. Contrata a un cámara epiléptico, para darle más realismo al tema.
-Nudie: Alarga la escena de la rubia en la ducha treinta minutos más. Luego, pon más rubias y más duchas.
-Splatterpunk: Convierte tu película en una obra crítica y sensible. Esto se hace al elegir el origen y las características del asesino/os. Un ejemplo: "Elegí plantas carnívoras mutantes para expresar la rebelión de la naturaleza contra los estragos del hombre". De este modo, películas como "el vengador tóxico" se convierten en profundas críticas sobre la industria nuclear. ¡Y a ir de cultureta por la vida!

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